La biomecánica nos espera al final del
camino. Esta industria está en la cúspide en muchos países, aunque España registre aún una escasa producción de dispositivos. El inevitable paso del tiempo nos convertirá a todos en
usuarios de esta tecnología. Hace poco, la Confederación de Empresarios de Aragón quiso dar un repaso a la situación y reunió para ello a médicos e ingenieros. ¿De qué hablaron? En primer lugar constataron que de los 8.500 millones de euros que
España gasta al año en dispositivos médicos, la mayor parte son en
importación. José Miguel
Azcoitia, de Tecnalia, dijo que son equipos de biomecánica
que bien podrían ser fabricados por empresas españolas.
Los estudios de Tecnalia 'hablan' ya
del híbrido hombre-máquina y de robots que cuidan personas. Este
centro tecnológico trabaja con una red de hospitales, “porque ya
se ha producido el cambio en el perfil cultural de los médicos y
están más abiertos a las posibilidades de la biomecánica”,
manifestó Azcoitia. Y Antonio Herrera, catedrático de Cirugía
Ortopédica en Zaragoza, reconoció también este hecho: “Los
médicos saben hoy más de prótesis, sobre todo de sus
consecuencias”.
El entorno laboral, el deporte y los
accidentes de tráfico son las áreas elegidas por los investigadores
españoles en biomecánica. Idergo I3A desarrolla herramientas para
detectar riesgos de lesión músculo-esquelética en cadenas de
producción. Sus desarrollos, probados algunos en las cabinas de
conducción del AVE, miden esfuerzos en las articulaciones. Juan
Carlos Tena, de Fremap, habló incluso de “envejecimiento laboral”,
por las numerosas lesiones que registra procedentes de cadenas de
montaje y trabajos manuales en tensión.
Como apoyo a la fisioterapia, la
empresa Intervap Europa diseña máquinas de entrenamiento físico
para el reaprendizaje de habilidades motoras. La novedad, investigada
con la Universidad de Zaragoza, es que “la máquina trabaja según
las necesidades funcionales del paciente”, explicó José Miguel
Tricas, de la universidad. Intervap comercializará en breve esta
tecnología.
En la prevención de lesiones
deportivas está Trayner, un equipo médico que trabaja con Quirón.
Presentó su aparato portátil de tensiomiografía, objeto de la
tesis doctoral de Guillermo Aladrén, quien se refirió a esta
“técnica joven que analiza las propiedades contráctiles de los
músculos superficiales y monitoriza la fatiga muscular”. Se ha
aplicado a también en neurología a pacientes con hemiplegia.
Podoactiva es ya veterana en
biomecánica del deporte a través de la clínica. Atiende a 45.000
pacientes cada año. Víctor Alfaro, su director, habló de sus
investigaciones en presión plantar y de sus plantillas de espesor
variable, en función del comportamiento dinámico del paciente. Con
ellas, Podoactiva corrige la fascitis del corredor, la lesión de
quinto metatarsiano del futbolista, el pie del esquiador, el del
ciclista y los daños metatarsales que producen los tacones. Ha
reestructurado las botas del Real Madrid y la Selección Española de
Fútbol y Arbelóa, Iniesta y Xavi Alonso están probando su nueva
espinillera de fibra de carbono. De Podoactiva ha nacido Younex; su
primer producto, un respaldo personalizado para el asiento del coche.
Y en las carreteras está el
laboratorio Tessa, que estudia biomecánica aplicada al impacto.
Francisco López, de Tessa, aludió a su investigación sobre el
Airbelt, un cinturón inflable que, si bien ha demostrado mejoras con
respecto al cinturón convencional, no es cien por cien 'inocuo', ya
que Tessa ha demostrado que produce lesiones en cuello, torso y
pelvis por la presión de los infladores.
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