viernes, 31 de octubre de 2014

Nanoantibióticos, un revés a los efectos adversos

El consorcio europeo Nareb está ensayando mejoras en los tratamientos contra la tuberculosis y las enfermedades causadas por el Staphylococcus aureus.






No sólo es culpa del abuso. Los antibióticos pierden efectividad porque las bacterias contra las que luchan se hacen resistentes; y lo hacen por muchos motivos. “Por mutaciones constantes”, dice José Antonio Aínsa, investigador de genética de micobacterias de la Universidad de Zaragoza. Entonces, hay antibióticos en la farmacia que ya no se utilizan, bien porque no se absorben, bien porque resultan tóxicos en las dosis necesarias. Pero ahora, ínfimas nanopartículas vienen a echar una mano a esos antibióticos postrados.





El proyecto se llama Nareb (Nanotherapeutics for antibiotic resistant emerging bacterial pathogens) y está coordinado por el Instituto Pasteur. En él participa la Universidad de Zaragoza junto a otros doce socios de ocho países europeos. Son grandes farmacéuticas, grupos de investigación en microbiología, química y nanotecnología y empresas caracterizadoras de nanopartículas. Hace unos meses se pusieron manos a la obra y la semana pasada se reunieron en Zaragoza, en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón, para examinar los primeros avances.

Ahora tenemos ya claro qué antibióticos se van a asociar con qué tipos de nanopartículas -explica José Antonio Aínsa refiriéndose a esos primeros pasos del consorcio Nareb (www.nareb.eu)-. Y, otra cosa también importante, hemos llegado todos los socios a un acuerdo sobre cómo realizar los ensayos; tiene que ser de la misma manera para que sean comparables”. En lo que va de año, los miembros de Nareb han trabajado, además, en la optimización de la producción de nanopartículas.

Rubén Santos, de Nanoimmunotech, otro de los socios del consorcio, cuenta que “ya tenemos cinco candidatos, cinco líneas diferentes de desarrollo nanotecnológico con las que vamos a empezar a trabajar”. Nanoimmunotech es una empresa con sede en Zaragoza y Vigo que se va a encargar, en Nareb, de realizar los ensayos de nanoconjugados in vitro (con bacteria o línea celular) e in vivo (en ratón), “tanto en la fase previa de diseño, como cuando queden pocos candidatos y haya que probarlos con animales”, indica Santos.

Nanoimmunotech se ocupará así de la bioseguridad del fármaco, a través del estudio de la biocompatibilidad de los prototipos que se generan durante el proyecto. Después, otro de los socios del consorcio europeo, GlaxoSmithKline, valorará en modelos animales la eficacia de los prototipos generados, además de aportar nuevos fármacos al estudio.



Tuberculosis y Stafhylococcus aureus
¿Y dentro de otros seis meses? Aínsa augura, según lo previsto la semana pasada en Zaragoza, que “se habrán hecho ya muchos ensayos. Y, cuando volvamos a reunirnos, será el momento de tomar decisiones sobre qué nanoconjugados nos sirven y cuáles no”. Los catorce socios de Nareb tienen cuatro años por delante para poner en el mercado antibióticos de baja toxicidad y mejor funcionalidad para tratar la tuberculosis y las enfermedades causadas por el Stafhylococcus aureus, resistentes a la meticilina.

Se trata de probar muchas combinaciones y de ir seleccionando las que den mejores resultados”, detalla José Antonio Aínsa, de la Universidad de Zaragoza. Pero aclara que el consorcio Nareb “no pretende crear antibióticos nuevos, sino mejorar con nanotecnología los que ya existen”. Esto es nuevo en el campo de las enfermedades infecciosas y los antibióticos.







En el mercado hay ya fármacos que incorporan nanopartículas. Sobre todo en el tratamiento del cáncer. Y también antifúngicos. Pero nunca se había intentado antes con las bacterias. Ahora, serán asociadas a nanopartículas que permitirán mejorar la absorción del antibiótico, reducir las dosis y restar, a su vez, efectos tóxicos. Ello es posible porque las nanopartículas dirigen el fármaco a los tejidos infectados y lo concentran en ellos.

La encapsulación de antibióticos para su biodistribución es el fuerte del Grupo de Nanoterapia y Nanobiosensores, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (CSIC-Unizar), que concurre a este proyecto junto al Grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza, al que pertenece José Antonio Aínsa. De Nanoterapia y Nanobiosensores es Jesús Martínez de la Fuente, que explica la aportación de su grupo a Nareb: “Preparamos diferentes nanopartículas polisacarídicas, basadas en azúcar de origen natural, para encapsular antibióticos y mejorar sus propiedades reduciendo los efectos adversos”.





El consorcio Nareb da así sus primeros pasos. Ésta ha sido su segunda reunión, organizada por la Universidad de Zaragoza; una reunión que ha concitado la atención de cuarenta expertos en antibióticos y nanotecnología. La próxima será en Utrecht, cuya Universidad es parte también de este gran proyecto europeo.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Ciencia y arte, ingredientes de la divulgación innovadora y de las II Jornadas D+I

     Foto de Luis Monje, director del Gabinete de Dibujo y Fotografía Científica de la Universidad de Alcalá.


Ciencia y arte son socios creativos naturales para la innovación”. Ariane Koek, directora del programa artístico del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra, así lo expresa. Y Koek no está sola; otros muchos divulgadores científicos piensan hoy como ella y lo aplican en su trabajo. El arte entra en los laboratorios y la ciencia se siente atraída por las manifestaciones artísticas más atrevidas. Ésta es la razón de ser de las Jornadas de DivulgaciónInnovadora D+I, que disfrutarán de una segunda edición los próximos 17 y 18 de octubre. Organiza la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento.

Junto a Koek, asistirán en Zaragoza a estas Jornadas el músico Antonio Arias, autor de 'Multiverso', el biólogo Ricardo Moure, ganador del FameLab español, el físico Gustavo Ariel Schwartz, director del programa Mestizajes, el también físico Agustín Fernández Mallo, autor del 'Proyecto Nocilla', los periodistas Jesús Hidalgo, Mario Viciosa y Antonio Martínez Ron, José Antonio Pérez, guionista y director de la webserie 'Dani y Fiti', las investigadoras Gabriela Ojeda, Laura Piñón, Begoña García..., divulgadores todos.

Cuarenta ponentes D+I que, a diario, exploran caminos para llegar a un público cuanto más amplio mejor. Saben que el arte, en sus múltiples expresiones, ayuda a la ciencia en este viaje. Que la emoción es más efectiva que los datos cuando se trata de divulgar, de sembrar en la gente interés por la ciencia. Unos lo hacen con magia, otros con blogs, música, literatura, teatro, graffiti o papiroflexia, algunos con debates ciudadanos, otros con juegos, muchos con humor. Nos lo contarán en Etopia, el Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza.

     Foto de La Mandarina de Newton, que dará en las Jornadas D+I un taller de Stop Motion.


Vienen todos dispuestos a analizar la divulgación del derecho y del revés. El programa incluye: diálogos de fórmulas en busca de reacciones, públicos que toman la palabra, mestizajes y ciencia juguetona; un taller de técnicas audiovisuales para divulgar; conferencias en cruce de caminos; y actividades in vivo, de puertas abiertas, música, magia, construcciones colectivas, monólogos y otros espectáculos de humor, para comprobar in situ si la comunicación hace todo su recorrido.

En el apartado D+I In Vivo, inscritos y todo el público que lo desee disfrutarán de La magia de la tabla periódica, el concierto de Los Gandules, la construcción de una macropieza de Lego, los productos de la Teleciencia, los monólogos de FameLab, un Planetario portátil, un mini-cine divulgador y la exposición Ciencia Remix.



Este año, las Jornadas D+I, en su afán por ser más y más participativas, estrenan la sección 'Déjate ver... en persona'. Una selección de actividades propuestas por divulgadores tendrá su espacio en el programa. Pero, además, las personas inscritas podrán mostrar sus proyectos en salas contiguas al auditorio de Etopia. Pero el programa D+I es más: surcará las Jornadas un experimento de inteligencia colectiva, con Ibercivis, BitBrain Technologies medirá las emociones del público mientras éste presencia los espectáculos In Vivo y habrá hasta un aperitivo científico, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Teruel.



Son colaboradores de D+I la Asociación Española de Comunicación Científica, el Observatorio de Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Zaragoza.                                                                                                _Foto de Los Gandules

jueves, 19 de junio de 2014

LOS CHINOS QUIEREN SABER CÓMO SE CONSTRUYÓ VALDESPARTERA… porque necesitan rebajar su factura de energía

Érase una vez un barrio nuevo de Zaragoza al que llamaron Valdespartera. Los vecinos vivían felices con sus galerías acristaladas en el lado sur, su doble cerramiento en el norte y unos edificios que no se hacen sombra en invierno. “Lo ideal es que el sol llegue hasta los pisos más bajos”, les decía a los nuevos residentes el ingeniero Constantino Baile, del Grupo de Energía y Edificación de la Universidad de Zaragoza, responsable del aprovechamiento energético de Valdespartera.









Satisfechos de ser informados, los vecinos comprobaron después con alivio cómo, unos anchos aleros, proyectaban en verano la sombra necesaria para que sus viviendas no recibieran tanto sol. Además, en los meses calurosos, las ventanas abiertas de los lados norte y sur dejaban entrar en las casas un aire fresco.

Menos calefacción en invierno y menos aire acondicionado en verano. Eso, la rebaja en la factura, es lo que, realmente, hacía felices a los vecinos del nuevo barrio zaragozano. Y sigue haciéndolo hoy, después de diez años entre miles de habitantes y con varios premios a su estructura y funcionamiento ecológico. “Hasta de China han pedido información sobre las condiciones y técnicas de construcción de Valdespartera”, se congratula Baile por lo que le toca.








Los ingenieros del Grupo de Energía y Edificación hicieron seguimiento, bajo la tutela de José Antonio Turégano, de estas fórmulas de ahorro energético en Valdespartera. Acumularon más y más experiencia, informatizaron sus avances en materiales y técnicas de edificación, en sostenibilidad energética y tanto tanto conocimiento ha dado lugar, al final, al reciente nacimiento de Ursos, un software calculador de demandas energéticas en barrios.

Con Ursos, se dibujan viales y parcelas, viviendas y locales, se introducen los materiales de construcción, sobre todo de cerramientos, se sitúa la localización del barrio y... clic en el botón de cálculos. La energía que ese barrio va a necesitar para funcionar aparece en pantalla. Fantástico ¿no? Para comercializar esta herramienta, que hará las delicias de arquitectos e ingenieros, los investigadores de la Universidad de Zaragoza han creado la spin-off Geezar.

Como valor añadido, Ursos contiene indicadores de sostenibilidad para valorar el confort del barrio en relación al gasto de energía. El número de paradas de autobús que tiene, los kilómetros de carril bici y la superficie verde están entre esos indicadores.

La bioconstrucción llama a la puerta de Geezar. Algunos fabricantes de nuevos materiales están ampliando el muestrario de Ursos. Baile cuenta que los muros de la galería acristalada de Valdespartera ya fueron levantados con termoarcilla, “que acumula calor durante el día y lo libera por la noche, en un proceso conocido como inercia térmica”. También se tiende a evitar el poliestireno extruido, sustituyéndolo por corcho natural.




Pero, pronto, los vecinos se dieron cuenta de que no es oro todo lo que reluce en ValdesparteraAún quedan en el barrio muchos materiales de construcción que, ya hoy, son rechazados por científicos e ingenieros por la cantidad ingente de energía que consumen durante su fabricación. Es la gran paradoja: se construye para ahorrar energía gastando antes un montón. De esto se ocupó Constantino Baile en su proyecto de fin de carrera y ahora empiezan a hacerlo las directivas europeas.

Baile nos hace, además, observar otra contrariedad: "Los nuevos barrios se construyen como dormitorios, separándolos de los comercios y otros lugares de consumo, con lo que aumentamos el gasto de energía en el transporte diario para realizar nuestras compras". Y en esto, Valdespartera es un claro ejemplo, ya que registra un flujo intenso de desplazamientos hacia los centros comerciales Plaza y Puerto Venecia.   

En fin, no todo es perfecto. De momento, Baile y sus compañeros de Geezar, Ángel Martínez y Pablo Estrada, han aprendido mucho del 'living lab' de Valdespartera y, ahora, como empresa, quieren seguir practicando ese intercambio de información con el usuario. Han probado ya en uno de los edificios del campus universitario Río Ebro otra herramienta: Impact Information for Action (IIA), un método de recogida de datos a través de pinzas en el cuadro de la luz y sondas de temperatura. “Y el usuario accede a toda esta información”.




Ciencia ciudadana. Barrios sirviendo a la investigación. De lo que sí pueden estar seguros los vecinos de Valdespartera es de que, cuando le llegue la hora de ser rehabilitado, incorporará, seguro, nuevas maneras de ahorrar energía y de concienciar al ciudadano; pero, sobre todo, incorporará materiales ecológicos, más respetuosos con el medioambiente.

lunes, 3 de marzo de 2014

La nanotecnología 'pide a gritos' un nicho de aplicación para combatir el cáncer

El quid de la cuestión es cómo guiar las nanopartículas hasta el tumor sin que el sistema inmunitario las detecte antes de tiempo. Y el equipo de Manuel Arruebo, investigador en nanobiomedicina y profesor en la Universidad de Zaragoza, ya lo ha conseguido: con láser calientan las nanopartículas acumuladas en el tumor y destruyen las células por hipertermia.

“La nanotecnología es mucho mejor que la cirugía, que la radioterapia y la quimioterapia -afirma Arruebo-, pero nos hace falta poder demostrarlo con un primer nicho de aplicación”. Y explica que será probablemente el hígado el órgano sobre el que empiecen a practicarse los avances ya conseguidos en el tratamiento del cáncer con nanotecnología.

Esos avances se concentran en las líneas de investigación que Arruebo desarrolla en el Instituto de Nanociencia de Aragón (INA). “Hacemos nanopartículas metálicas, de sílice e híbridas con propiedades ópticas, bactericidas, transportadoras..., y su funcionalidad se obtiene con biomoléculas”. También fabrican nanomateriales que transportan fármacos, “unos para terapia en implantes fijos y otros para diagnóstico y terapia como vehículos móviles”. En el primero de estos casos se ubican en los implantes tornillos liberadores de antibiótico para evitar infecciones, controlando esa liberación con una cinética adecuada.

En cuanto a los vehículos nanoestructurados que transportan fármacos por nuestro organismo, el equipo de Arruebo elabora, para diagnóstico, agentes de contraste con nanopartículas que se adhieren al tejido sano. “Esto ha supuesto un gran avance, porque se necesita muchísima menos dosis”. Y esas nanopartículas, ligadas a anticuerpos, sirven también para detectar tumores.






Ensayo clínico
Investigan, desde 2010, con fototerapia inducida por nanopartículas plasmónicas, que ocasionan la muerte de las células tumorales por hipertermia. “O, al menos, las hacen más sensibles a la quimioterapia”, indica Arruebo. Esto está ya en ensayo clínico. “Las nanopartículas se acumulan en el tumor y, al calentarse, lo van quemando”. Son vehículos, por tanto, antitumorales que pueden, además, portar otros fármacos. Al calentarse con láser, liberan la carga.

Con el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el grupo de investigación de Manuel Arruebo está diseñando una membrana inteligente con nanopartículas poliméricas adheridas. Se calientan también con láser y van liberando fármaco. “Ya está probada in vitro e in vivo para la diabetes, con muy buenos resultados”.

En colaboración con el Hospital La Paz de Madrid, concretamente con Nuria Vilaboa, estudian cómo, con el mismo procedimiento antes descrito, activar genes fitotóxicos frente al cáncer. “A más de 37 grados -explica el investigador- las nanopartículas liberan estos genes y con ellos se acelera la muerte celular”. Y también con La Paz desarrollan implantes con nanopartículas para que éstas, una vez calentadas con láser, expresen un gen. Este trabajo con células modificadas genéticamente está orientado a la lucha contra el cáncer, pero también a la generación de tejidos, por ejemplo de capilares sanguíneos.

Y con otra investigadora del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, Pilar Martín, persiguen la introducción de las nanopartículas en el interior mismo de las células, para lograr así la remisión total del tumor.






Nanohedonism
Otro proyecto que el grupo de Arruebo va a sumar a su curriculum: Nanohedonism. En los próximos cinco años, van a concentrarse en guiar anestésicos a la zona concreta del dolor. Para ello, desarrollarán un “sistema inyectable que se active remotamente con luz; y que se encienda o apague según las necesidades”. Será una liberación temporal del fármaco. Tendrán que estudiar antes la biodegradabilidad del nanomaterial y el último año será probado in vivo.


Revolución plena”. Así es como Arruebo describió el momento actual de la investigación en nanobiomedicina. Una revolución que dará, según él, resultados muy pronto, “ahora que entendemos la estructura y el funcionamiento de las moléculas”. Intuye, sin embargo, que su trabajo, desarrollado en gran parte en el Laboratorio de Microscopía Avanzada, quedará en ratones y conejos, porque “la farmacia sigue sin querer arriesgarse. Quizá espera que los investigadores se paguen los ensayos preclínicos y luego comprar la empresa entera”.



jueves, 20 de febrero de 2014

¿Cómo diseñar trajes a Los Increíbles?, según Sabadell









Hablamos de textiles inteligentes. Y esta brillante referencia a Los Increíbles es cosa de Miguel Ángel Sabadell, divulgador y doctor en Astrofísica. Investigadores del Instituto de Nanociencia de Aragón (INA) y de la empresa Nurel invitan a Sabadell para que ilustre la presentación de sus asombrosos avances: tejidos que cuidan nuestra piel liberando sustancias hidratantes y regeneradoras. Lo cuentan en un vídeopodcast (https://www.youtube.com/watch?v=FFVWh2d8CgQ), el primero de una serie divulgativa que cuenta con el apoyo de la Cátedra Samca de Nanotecnología de la Universidad de Zaragoza.


Videopodcast 'Cápsulas de Nanotecnología': Textiles inteligentes
http://www.youtube.com/watch?v=FFVWh2d8CgQ


Quienes realmente sabrían diseñar los trajes de Los Increíbles, además de Edna Moda, son César Rubio y Joaquín Coronas, del INA, y Elena Piera y Leyre Quibus, de Nurel, los investigadores que protagonizan esta primera entrega de la serie 'Cápsulas de Nanotecnología', dedicada a los textiles inteligentes. Algunos están ya en el mercado, ojo. Largo camino después de que en la Prehistoria se inventaran la aguja y el hilo. Ya se vende ropa para bebés que trata la dermatitis atópica y estimula la renovación celular.



Violet se hacía invisible. Y esto, en realidad, ya se va consiguiendo con estudios de nanotubos de carbono que consiguen que la luz rodee al objeto y éste quede fuera de nuestro campo de visión. Dash es el supercorredor. Para él, Nike, Adidas y Spido tienen ya bañadores para nadar más rápido. Y también hay calcetines que evitan el sudor y curan las heridas de los pies con quitina, una sustancia que procede de los crustáceos y es muy cicatrizante.



Para Elastic Woman existe ya ropa interior con vitamina C y prendas de algodón con una elasticidad que duplica su tamaño. Es una de las líneas de investigación de la agencia científica australiana CSIRO. Un buen filón para la geriatría, porque son prendas que no aprietan y no dejan marcas.



Mister Incredible, por su parte, necesita mucha protección. La Universidad de Carolina del Norte estudia las nanocapas superpuestas sobre fibras naturales, que dejan pasar el aire pero nada más. Y son muy resistentes a sustancias químicas. Y como Mister Incredible se ensucia mucho, necesita también prendas autolimpiables. Los tejidos que no se manchan son ya una realidad. Hay algunos, incluso, que pretenden incorporar elementos electrónicos (fibras conductoras, diodos...) que aportarían información. Pero, ya digo, este repaso a Los Increíbles es obra de Sabadell.




Por parte del INA y la Cátedra Samca de la Universidad de Zaragoza, habrá más 'Cápsulas de Nanotecnología', dedicadas al grafeno, la biomedicina y la nariz electrónica. Estaremos muy atentos.

lunes, 20 de enero de 2014

DE MADRID AL CIELO, PASANDO POR HERSCHEL

El bueno de Herschel construyó su telescopio gigante con asiento incluido, desde el que divisar cómodamente los objetos celestes. Era una silla de madera que se subía y bajaba con un sistema de poleas, donde el célebre astrónomo alemán pasaba largas horas observando estrellas, cometas, planetas... Incluso le subían la comida hasta allá arriba. Uno puede imaginárselo de maravilla al contemplar la gigantesca réplica del telescopio de Herschel que muestra a sus visitantes el Real Observatorio de Madrid.

                                        Foto: Álvaro Ibáñez


Esta réplica ha sido colocada en el mismo lugar en el que hubo, hace más de dos siglos, un auténtico telescopio de Herschel, el primero que llegó a España, en 1803, adquirido por el Observatorio e instalado en la oscuridad del extrarradio madrileño. Qué pena que durara sólo cinco años, aun sin chip de obsolescencia. En 1808 lo destruyó la guerra.

Aquel valioso gigante estaba en la misma explanada en que hoy se alza la réplica. Al aire libre. En uso permanente. Por aquel entonces, en la colina que corona la Cuesta del Moyano no había luces, no había ciudad siquiera. Era el prado que dio nombre al museo, tan próximo al Observatorio.

El arquitecto Juan de Villanueva acaba de construir a las afueras de Madrid el corredor de las ciencias. El Museo del Prado, originalmente Academia de Ciencias, el Jardín Botánico y el Real Observatorio. Tantas estrellas se contemplaron desde allí... Pero esto sí que cuesta hoy imaginarlo, en pleno centro urbano. Por eso, la réplica es sólo de exhibición, aunque Francisco Colomer, director del Observatorio, asegura que funciona.

A la réplica le han construido un edificio alrededor, todo de cristaleras, para su seguridad. Y aunque desde ahí ya no se mira al cielo, muchos astrónomos trabajan actualmente en este precursor centro de astronomía.

Se puede visitar los fines de semana, incluido el viernes por la tarde. Sus paredes hablan. Cuentan historias de astronomía, de tierras lejanas, tiempos oscuros, hallazgos luminosos y batallas que hicieron avanzar la ciencia. Como la que libraron relojeros y astrónomos por conseguir un método para medir fácilmente la longitud de la Tierra y que no se perdieran por mar tantos hombres y mercancías.

Y es que "mirando al cielo, puedes saber en todo momento dónde te encuentras; pero siempre que sepas la hora". Colomer es quien cuenta las historias. Disfruta haciendo de anfitrión entre tantos instrumentos de astronomía, geodesia y geofísica. Hay astrolabios de 1800, teodolitos, un péndulo de Focault, espejos de Herschel, de otros telescopios gigantes, el gravímetro de péndulo que midió por primera vez el valor de la gravedad en España, un clisímetro, un sismoscopio y un círculo azimutal.



Y más aún. El Real Observatorio de Madrid tiene un buscador de cometas de 1850, un espectrógrafo, esferas lunares que aún desconocen la cara oculta, un mareógrafo, un heliótropo, varias linternas geodésicas... Visitas guiadas que son auténtica delicia.  


                                                     Foto: Fanattiq

lunes, 13 de enero de 2014

DIME CÓMO TE MUEVES Y TE DIRÉ QUÉ LESIONES TENDRÁS

La biomecánica nos espera al final del camino. Esta industria está en la cúspide en muchos países, aunque España registre aún una escasa producción de dispositivos. El inevitable paso del tiempo nos convertirá a todos en usuarios de esta tecnología. Hace poco, la Confederación de Empresarios de Aragón quiso dar un repaso a la situación y reunió para ello a médicos e ingenieros. ¿De qué hablaron? En primer lugar constataron que de los 8.500 millones de euros que España gasta al año en dispositivos médicos, la mayor parte son en importación. José Miguel Azcoitia, de Tecnalia, dijo que son equipos de biomecánica que bien podrían ser fabricados por empresas españolas.






Los estudios de Tecnalia 'hablan' ya del híbrido hombre-máquina y de robots que cuidan personas. Este centro tecnológico trabaja con una red de hospitales, “porque ya se ha producido el cambio en el perfil cultural de los médicos y están más abiertos a las posibilidades de la biomecánica”, manifestó Azcoitia. Y Antonio Herrera, catedrático de Cirugía Ortopédica en Zaragoza, reconoció también este hecho: “Los médicos saben hoy más de prótesis, sobre todo de sus consecuencias”.

El entorno laboral, el deporte y los accidentes de tráfico son las áreas elegidas por los investigadores españoles en biomecánica. Idergo I3A desarrolla herramientas para detectar riesgos de lesión músculo-esquelética en cadenas de producción. Sus desarrollos, probados algunos en las cabinas de conducción del AVE, miden esfuerzos en las articulaciones. Juan Carlos Tena, de Fremap, habló incluso de “envejecimiento laboral”, por las numerosas lesiones que registra procedentes de cadenas de montaje y trabajos manuales en tensión.

Como apoyo a la fisioterapia, la empresa Intervap Europa diseña máquinas de entrenamiento físico para el reaprendizaje de habilidades motoras. La novedad, investigada con la Universidad de Zaragoza, es que “la máquina trabaja según las necesidades funcionales del paciente”, explicó José Miguel Tricas, de la universidad. Intervap comercializará en breve esta tecnología.

En la prevención de lesiones deportivas está Trayner, un equipo médico que trabaja con Quirón. Presentó su aparato portátil de tensiomiografía, objeto de la tesis doctoral de Guillermo Aladrén, quien se refirió a esta “técnica joven que analiza las propiedades contráctiles de los músculos superficiales y monitoriza la fatiga muscular”. Se ha aplicado a también en neurología a pacientes con hemiplegia.

Podoactiva es ya veterana en biomecánica del deporte a través de la clínica. Atiende a 45.000 pacientes cada año. Víctor Alfaro, su director, habló de sus investigaciones en presión plantar y de sus plantillas de espesor variable, en función del comportamiento dinámico del paciente. Con ellas, Podoactiva corrige la fascitis del corredor, la lesión de quinto metatarsiano del futbolista, el pie del esquiador, el del ciclista y los daños metatarsales que producen los tacones. Ha reestructurado las botas del Real Madrid y la Selección Española de Fútbol y Arbelóa, Iniesta y Xavi Alonso están probando su nueva espinillera de fibra de carbono. De Podoactiva ha nacido Younex; su primer producto, un respaldo personalizado para el asiento del coche.





Y en las carreteras está el laboratorio Tessa, que estudia biomecánica aplicada al impacto. Francisco López, de Tessa, aludió a su investigación sobre el Airbelt, un cinturón inflable que, si bien ha demostrado mejoras con respecto al cinturón convencional, no es cien por cien 'inocuo', ya que Tessa ha demostrado que produce lesiones en cuello, torso y pelvis por la presión de los infladores.