Claro ejemplo de wearable
aplicado a la salud. Varios cirujanos han probado ya a operar
portando unas Google Glass, las gafas que permiten grabar la
intervención quirúrgica y retransmitirla con fines formativos o de
colaboración. Pedro Guillén es uno de ellos. El 21 de junio de
2013, este cirujano de la Clínica Cemtro de Madrid retransmitió,
“por primera vez en el mundo”, un implante de condrocitos, que
fue seguido por streaming por otro médico, Homero Rivas, director de
Cirugía Innovadora de la Universidad de Stanford (California), quien
pudo así participar en la intervención.
Tres meses después,
Guillén ofrecía una master class a petición de Google, que fue
seguida por 276 hospitales de todo el mundo. En esa ocasión, utilizó
un artroscopio inalámbrico para realizar un implante de cultivo de
cartílago, dos técnicas novedosas en sí mismas. Guillén habla del
“quirófano global” para referirse a la revolución que supone la
introducción en este entorno de las Google Glass.
Todavía prototipo sin
comercializar, son gafas que ofrecen al portador una pantalla de
veinticinco pulgadas a una distancia de 0,74 centímetros. Disponen
de una cámara de cinco magapíxeles, grabación
de vídeo a 720 p, memoriaflash
de
16 Gb y una batería con una autonomía de un día. Este último
punto es centro de interés para los creadores de wearables,
“conseguir que los dispositivos tengan mucha autonomía y que sean,
a la vez, sostenibles”, explica Ignacio Martínez Ruiz, del
Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A).
Con
un visor que permite ver una proyección a través de una interfaz en
la esquina superior derecha del campo de visión, las gafas de Google
reproducen también audio, gracias a un sistema de conducción
directa a los huesos próximos al oído que logra un sonido nítido.
Y se manejan con la voz y el movimiento de la cabeza.
Dado que permiten acceder
al historial clínico del paciente y hacer interconsultas sin
trasladarse al ordenador ni teclear, las Google Glass muestran a los
médicos, sobre todo a cirujanos y personal de Urgencias, un futuro
prometedor. También los reumatólogos halagan esta herramienta, como
Antonio Gómez Centeno, del Hospital Parc Tauli de Sabadell. “Al
tener las manos libres -dice-, podemos realizar varias tareas a la
vez, algo muy importante en nuestra especialidad”.
En el último Congreso de
la Sociedad Española de Reumatología, Gómez Centeno dirigió un
taller de Google Glass y destacó: "Se
puede fotografiar una lesión y compararla con las imágenes de
archivo, grabar una operación mientras se desarrolla o hacer una
interconsulta con otros especialistas que están viendo lo que tú
ves. El ordenador está en tu ojo y lo manejas con la voz, con las
manos libres para seguir explorando al paciente".